
Itinerario político
Reses y agricultura gringa impactan México
Los efectos Donald Trump que se están impactando sobre todo en las remesas, pueden hacerlo en otros sectores uno de los cuales, el maíz, es vital para nuestro país. Ante la denuncia que se está haciendo en el vecino país sobre el abandono del alto porcentaje de las tierras de siembra por ausencia de mano de obra ¿Como impactará en México el asunto del maíz importado que es vital en muchos sentidos para nosotros? La expulsión desenfrenada que ha hecho Trump de los migrantes, un alto porcentaje mexicanos, ya se está expresando en el campo, en el comercio donde laboraban, y en los sectores privados que usaban la mano de obra de trabajadoras de casa. Eso ha repercutido en la disminución de las remesas. En el caso del maíz, la importación mexicana rebasa el 36 por ciento de la producción de Estados Unidos, y ha ido en aumento ante la disminución de nuestra siembra; en el caso del año anterior por la sequía. Se importa además maíz blanco que estuvo a la baja en los últimos meses en las cosechas nacionales. Y puede aparecer la incertidumbre ante la reducción de siembras en el vecino país.
NO USAMOS POR DÉCADAS EL CAMPO Y ABANDONAMOS NUESTRO CEREAL NATIVO
A la par se suma la suspensión temporal de la exportación de ganado a causa del gusano barrenador, y aunque empezará a abrirse de nuevo el envío, será paulatino. Como han dicho ellos como compradores, ¨se irá viendo”. En ambos casos hay un contrasentido y las cosas han llegado a tal grado de dependencia que es difícil revertir o al menos lentamente. Me refiero al hecho de como México ha dejado que su cereal heredado, el maíz, esté en manos de Estados Unidos y de otros países y nosotros dependamos de ellos a alto precio. Es absurdo y ello demuestra la dependencia que se creó por largas décadas, sin considerar que tenemos tierras suficientes para una gran producción. En ese lapso, los campos abandonados, crearon la migración a las ciudades que ahora la vemos por todos lados en la economía informal.
EL GANADO BOVINO Y EL USO DE NUESTROS RECURSOS Y OTROS SECTORES
En la venta de animales en pie, sobre todo becerros y vaquillas que han llegado a rebasar el millón de cabezas, se hace el peor de los negocios. Se entrega el animal vivo y ellos lo regresan comercializado en muchas formas, pero aparte de lo que ganarán por el proceso mercantil, darán trabajo a su gente con carne que se fraguó en nuestras tierras. Las que dieron grandes espacios, agua, alimentos y pago de mano de obra. Es otro peor negocio que se puede ver. En el caso de las legumbres se hace un negocio parecido, se ocupan amplias extensiones sobre todo en Sinaloa y el norte, con uso de agua abundante, fertilizantes y pago de una mano de obra con salarios miserables, para obtener un producto vegetal que llega ya producido y enterito a Estados Unidos. Y ellos solo pusieron una compra por lo general barata. Los únicos que respingan al respecto son los agricultores de Florida. Ante estas historias que nos afectan, no nos queda sino cantar, La vaca lechera, del español Fernando García Morillo.
MÚSICA DE GARCÍA MORILLO LLEGÓ A FRANK SINATRA, PERO PREDOMINÓ SU VACA
Pese a ser García Morillo compositor de más de 60 canciones, hay una que predominó por varias décadas y que encumbró a un animal que nosotros vendemos y destazamos, mientras en otros países como el de los hindués, lo idolatran: la vaca. La canción del español como el gran compositor que era, retumbó en España por muchas décadas y él nos dejó en diciembre de 2002. De familia de músicos, tuvo varias actividades en el medio del espectáculo, la comedia sobre todo, mientras sus canciones llegaban a las voces del cantante Frank Sinatra, María Dolores Pradera, Sara Montiel, Gloria Laso, Lucho Gatica, Carmen Sevilla, pero se escuchaba mejor en grupos sonideros que hacían gala de su composición que también era llamada Tengo una vaca lechera. Siempre es bueno recordar a esos nobles animales que pasan por las vicisitudes de la vida y los encontramos en todas partes. Incluso en una canción como ésta:
Tengo una vaca lechera,
no es una vaca cualquiera.
Me da leche merengada
¡Ay que vaca tan salada!
Tolón, tolón, tolón, tolón.
Que felices viviremos,
cuando vuelvas a mi lado.
Con sus quesos, con tus besos,
los tres juntos ¡qué ilusión!
Tolón tolón tolón tolón.