
Tendrá UNAM nuevo programa alimentario complementario: Lomelí
CULIACÁN Sin., 14 de mayo de 2025.- En 47 años de docencia, muchas han sido las satisfacciones vividas para Víctor Hugo Aguilar Gaxiola; pero quizá la que más satisfacción le deja es que ha sido el profesor de tres generaciones en una misma familia.
Víctor Hugo es egresado de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y reconoce que la docencia no era su primera opción profesional.
Consideraba que ser profesor era un apostolado, como dos de sus amigos de secundaria que saliendo de la Escuela Secundaria Federal Número 2 de Culiacán, ingresaron a la Escuela Normal.
Para el profesor Víctor Hugo, como se le conoce por sus alumnos y compañeros, su destino estaba precisamente en lograr el cambio social y empujar un México más justo.
Luego de intentarlo desde el sindicalismo en el Instituto Mexicano del Seguro Social, atendió una convocatoria para ser docente en la Escuela Preparatoria Central Diurna de la Universidad Autónoma de Sinaloa en 1978, descubriendo así que el cambio social lo podía impulsar desde las aulas universitarias y así comenzó su carrera.
Al recordar sus inicios, menciona que ha tenido de todo tipo de alumnos que al paso de los años se ha encontrado en diferentes dependencias u oficinas de una empresa privada, hasta médicos como el exalumno que un día, cuando acudió a la sala de urgencias para atenderse un uñero encarnado, le dijo “así lo quería tener profesor” aludiendo al sueño de todo estudiante de algún día cobrarle a quien tanto le exigió en las aulas.
Víctor Hugo recuerda que en sus primeros años en la docencia, el excampeón mundial de boxeo Julio César Chávez no solo fue su alumno, sino también su compañero de camión, puesto que tomaban la misma ruta, ya que vivían para el mismo rumbo “todavía cuando me lo he encontrado, me saluda y me dice Profesor”.
De dar clases de prepa pasó a la Escuela de Trabajo Social donde formó a una plantilla de alumnos que, ante el crecimiento natural de la carrera y demanda de personal, con el paso de los años, se convirtieron en docentes y ahora eran sus compañeros laborales.
Recordó que a principios de los años ochentas, una alumna llegó y le dio los saludos de su mamá, ya que había sido su maestro.
Tras 20 años, la primera alumna lo saludó y le presentó a su nieta, quien también era su alumna en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
“En 47 años, cronológicamente sí me dan los números, porque aquella muchacha llevaba a su bebé en brazos y creo al tiempo era la Trabajadora Social del DIF o el Pediátrico y metió a la hija a estudiar para dejarle la plaza y la nieta, seguramente seguiría el mismo camino”, manifestó.
Actualmente se desempeña como titular del área de Servicio Social de la Universidad, y presume que su meta es llegar a los 50 años de servicio “pero sin dejar la docencia, es lo que me tiene vivo, el contacto con los plebes”.