
Venderán en Culiacán 3 toneladas de ceviche en apoyo a meseros y cocineros
CULIACÁN, Sin., 21 de marzo de 2025.- El lirio acuático, una especie invasora originaria de Brasil, está generando un grave impacto ambiental en diversos cuerpos de agua en México, lo que comenzó como una planta ornamental en estanques ha terminado por convertirse en un problema ecológico de gran magnitud, afectando el equilibrio de los ecosistemas donde se ha propagado de manera descontrolada como es el caso de los ríos Humaya, Tamazula y Culiacán, expuso investigador de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Informó a través de un comunicado el doctor José Saturnino Díaz, señaló que el lirio acuático ha transformado radicalmente los cuerpos de agua donde se establece y destacó que esta planta se reproduce de manera vegetativa, generando colonias densas que cubren la superficie del agua e impiden la penetración de la luz solar, “esto afecta a las microalgas fotosintéticas que oxigenan el agua, reduciendo drásticamente los niveles de oxígeno disuelto y poniendo en peligro a diversas especies acuáticas”, argumentó.
Aunque para algunas especies, como los caimanes y capibaras en su hábitat natural, el lirio acuático representa un refugio y una fuente de alimento, en los ecosistemas mexicanos su impacto es devastador, lamentó el investigador.
El especialista en medio ambiente y recursos naturales, su presencia altera las condiciones del agua, promoviendo la acumulación de materia orgánica y la proliferación de bacterias anaerobias que agravan la descomposición del ecosistema, “la planta, al morir, genera una biomasa en descomposición que absorbe el oxígeno del agua, lo que puede llevar a la muerte masiva de peces y otros organismos acuáticos”, dijo.
Subrayó que otro factor preocupante es la forma en que el lirio acuático se dispersa, las corrientes de los ríos transportan fragmentos de la planta a nuevas áreas, donde se establecen y continúan su rápida expansión.
Destacó que la solución no solo recae en las autoridades, sino también en la participación de la sociedad. Explicó que una acción común es cortar la planta y dejarla en la superficie del agua, lo que no resuelve el problema, sino que lo agrava. Enfatizó que es fundamental retirarla completamente del ecosistema y gestionar su eliminación de manera adecuada para evitar su reintroducción.
El doctor José Saturnino Díaz hizo un llamado a la conciencia ambiental y a la colaboración entre ciudadanos y autoridades para mitigar los efectos de esta especie invasora, “debemos entender que somos parte del problema y también de la solución, (…), solo con acciones conjuntas podremos restaurar el equilibrio de nuestros cuerpos de agua y proteger la biodiversidad”, finalizó.