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CIUDAD DE MÉXICO. 8 de octubre de 2024.- Un fusil Barrett decomisado en Michoacán presuntamente evidencia la relación entre una banda que operaba en Florida, EU, dedicada a la venta de armas de grueso calibre y grupos de la delincuencia organizada mexicanos que demandan armamento capaz de penetrar blindajes o derribar aeronaves.
Un documento difundido por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, se informó que el fiscal de los Estados Unidos, Roger B. Handberg, presentó cargos contra seis acusados de violaciones de las leyes federales de armas: una banda liderada por Ángel V., quien, junto a otras cinco personas, posiblemente compraba armas de fuego de alto calibre en el Distrito Medio de Florida para revenderlas a cárteles mexicanos.
Según la investigación, las armas de fuego se compraron a petición de los cárteles y se introdujeron de manera ilegal a México. Ninguno de los acusados, Ángel V., Jesús H., Edgar J., Jesús P. Jonathan B. y Jesús A., tiene licencia para vender armas de fuego. A los implicados, al parecer, se les pagó en efectivo y con narcóticos, pactando que las ganancias de la venta servirían para adquirir más armamento.
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