Murales en el IMSS, arte que también sana en sus espacios
CHILAPA, Gro., 16 de agosto de 2024.- Antonio García Hernández nunca imaginó que su juego de niño en 1978, que consistía en ponerse una máscara de tigre y atemorizar a las personas, se convertiría en una identidad cultural de este municipio a la que se le conoce como La Tigrada.
Heredero del tradicional traje de tigre, Antonio García Hernández, vecino del barrio La Villa, es una leyenda cultural en La Tigrada. Todo comenzó en 1978, cuando junto a sus amigos de infancia Carlos Villalba y Homero Abarca decidieron salir a jugar por las calles portando una máscara de tigre hecha en madera para atemorizar a sus vecinos.
Al niño que alcanzaban era merecedor de un castigo que consistía en amarrarlo con cadenas de metal a un poste de luz y obligarlo a que comiera algo picoso. La sanción concluía cuando otros niños vestidos con máscaras de perros y portando palos de escoba llegaban a espantar al tigre y rescatar al arrestado, y así comenzó a popularizarse por toda la ciudad.
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