Indicador político
¡FOCOS ROJOS DE UNA ELECCIÓN DE ESTADO!
En abierta violación a las reglas electorales que él mismo impulsó como
aspirante presidencial, López Obrador presumió que las elecciones del
domingo venidero serán “las más limpias, libres y pacíficas”.
Sin embargo, Obrador mintió una vez más ya que, en los hechos, el
mandatario se convirtió en jefe de campaña de la candidata oficialista, lo que
confirmó que el próximo domingo asistiremos no sólo a una elección de
Estado, sino al proceso electoral más inequitativo, desaseado y el más violento
de la historia.
Peor aún, a poco más de 24 horas de la jornada electoral, están a los
ojos del mundo por lo menos 10 focos rojos que convertirán a las del 2 de
junio del 2024, en la elección más cuestionada de la historia moderna del país,
a pesar de los buenos deseos de “expertos”, como Lorenzo Córdoba, el ex
presidente del INE que niega que estamos ante una elección de Estado.
Pero si lo dudan, aquí los focos rojos.
1.- La prueba más escandalosa de que asistimos a una elección de
Estado es que López Obrador empujó a la presidencia del INE a una
incondicional que, junto con otros consejeros paleros, harán todo lo que les
ordenen en Palacio para robarse la elección.
Sí, a pesar de la ceguera de algunos, nadie puede esperar una elección
limpia, libre, transparente, equitativa y confiable, con un árbitro vendido.
2.- Y si a nivel federal el árbitro ya fue comprado y cooptado por el
propio presidente, en las entidades federativas gobernadas por Morena, los
mandatarios estatales también sometieron a los institutos electorales locales, lo
que cierra el círculo de la complicidad y la inequidad electoral.
3.- Además de que el miedo, el terror y la violencia han sido uno de los
factores más efectivos para desestimular la participación ciudadana, a pesar de
las afirmaciones mentirosas de López Obrador.
Y es que desde el arranque del proceso electoral hasta el día de ayer se
habían producido un total de 750 eventos violentos vinculadas de manera
directa a las elecciones en curso.
De ese gran total, 317 víctimas han sido candidatos a un puesto de
elección popular, 131 ciudadanos dedicados a la política, 130 servidores
públicos, 39 familiares de algún candidato o político, además de 133
clasificados como daños colaterales. Y casi un centenar de vidas perdidas.
4.- Pero el asunto resulta aún peor, cuando vemos que apenas el pasado
miércoles –a horas de la elección del 2 de junio–, el INE desechó el mapa de
riesgo electoral que habían elaborado los partidos opositores.
La coalición PRI, PAN y PRD solicitó de manera formal que el INE
implementara la facultad de atracción de los distritos, secciones y/o casillas
electorales en donde existe riesgo potencial a causa de la violencia.
El Consejo General del INE se negó y la respuesta fue que corresponde
a las autoridades municipales, estatales y federal garantizar la seguridad. En
pocas palabras, al árbitro vendido no le importa la certeza electoral en zonas
de riesgo. Lo único que hizo fue no instalar casillas en secciones peligrosas.
5.- Ese mismo miércoles 28 de mayo del 2024, en el cierre de campaña
de la coalición opositora al municipio de Coyuca de Benítez, en Guerrero, fue
asesinado el candidato Alfredo Cabrera, a pesar de la seguridad que le había
proporcionado la Guardia Nacional.
6.- Lo cierto es que, igual que ocurrió en las elecciones de 2015, 2018 y
2021, la mano del crimen organizado estará presente en el proceso electoral
más grande de la historia, el del domingo próximo, ya que son muchos los
indicios de que será derrotado el partido en el poder, lo que pone en riesgo la
alianza del oficialismo con las mafias del crimen.
7.- Y es que para nadie es nueva la existencia de “narco-gobiernos”
municipales y estatales en las entidades gobernadas por Morena; verdadera
“pax-narca” en donde los políticos acceden al poder, gracias a voto comprado
por los grupos criminales.
8.- Por eso la pregunta. ¿En cuantos distritos electorales, secciones
electorales, municipios y entidades federativas los votos serán producto de la
presión del crimen?
En efecto, en una elección cerrada como la que se pronostica, el voto
inducido por los grupos violentos puede hacer la diferencia y terminar ante el
indeseable fenómeno de que el crimen impuso a una “narco-presidenta”.
9.- Y si dudan del poder del crimen para apoderarse de las casillas y de
la elección en general, basta el dato periodístico de que, durante el proceso
electoral en curso, en el estado de Puebla renunciaron al INE más de cien
funcionarios, pertenecientes a los Consejos Distritales y Municipales.
En todos los casos los renunciantes han argumentado “razones
personales”, pero lo cierto es que existen amenazas, presiones económicas y,
sobre todo, terror y miedo.
A pesar de ello, hoy es posible pronosticar la victoria opositora en seis
de las nueve elecciones estatales; Morena ganará Tabasco y Chiapas, mientras
MC mantendrá Jalisco y la alianza PRI, PAN y PRD se llevará los gobiernos
de CDMX, Veracruz, Puebla, Morelos, Yucatán y Guanajuato.
10.- Pero acaso el mayor foco rojo sea la batalla legal que ya tienen lista
en Palacio y que pretenderá desconocer una eventual victoria opositora.
Es decir, que ante la nada descabellada posibilidad de que la candidata
Xóchitl Gálvez se alce con la victoria, desde Palacio promoverán la anulación
de los comicios, con el aval del INE y el Tribunal Electoral vendidos.
En pocas palabras, que López Obrador, su partido y sus aliados no
respetarán una eventual victoria opositora. ¿Y por qué razón?
Porque no son demócratas y no saben perder. Y por eso orquestaron una
elección de Estado.
Al tiempo.